Jackeline Sánchez Páucar (24), conocida musicalmente como ‘Killay’ (palabra quechua que significa ‘mi Luna’), no solo heredó el talento folclórico de su madre, la gran Dina Páucar, sino la coquetería y humildad que derrocha cada vez que pisa un escenario.
Killay, ¿a qué edad pisaste por primera vez un escenario?
A los seis años, en el aniversario de mi mamá (Dina Páucar) en el Club de Tiro del Rímac. Fue la primera vez que cantamos juntas.
¿Siempre quisiste seguir sus pasos?
Desde pequeña me gustaba la música, pero también quería culminar mi carrera de Comunicación Audiovisual. Tenía muchas dudas. Recién cuando acabó la pandemia, decidí dedicarme de lleno a la música.
¿Por qué dudabas?
Porque no sabía si valía la pena cambiar de rubro. Y otra cosa que me frenaba era que desde chiquita veía todo el sacrificio que hacían mis padres y no sabía si yo iba a poder aguantar todo eso.
¿Apoyaron tu decisión?
Sí, claro, me apoyaron desde el día uno. Mi mamá se alegró muchísimo. Cuando quería tirar la toalla, me decía ‘todo toma su tiempo’.
¿Te ha dado un truquito artístico?
Sí, me dijo: ‘imagina un personaje dentro del público e interactúa y coquetea con él en tu mente. Así se te irán los nervios’ (risas). Ella es más amorosa y desenvuelta, yo soy un poquito más reservada, me costó agarrar el dominio escénico.
¿Cómo es en su faceta de mamá?
Uff ni te imaginas. Mi mamá es muy amorosa con nosotros. Es una mamá gallina, pero en el buen sentido. Creo que ella tiene los cinco lenguajes del amor (risas).
¿El público es muy cariñoso?
Sí, totalmente. Al inicio me costó acostumbrarme, sobre todo a los abrazos (risas), pero ahora me siento supercómoda y agradecida.
¿Alguna anécdota con los fans?
Siempre me dicen ‘le puse Killay a mi hija porque me encanta tu nombre’. Y en persona, he conocido a dos bebitas que se llaman como yo. Jamás imaginé pasar por algo así.
Muchos jóvenes optan por lo urbano, ¿por qué elegiste el folclor?
Porque he crecido con esa música. La llevo en la sangre. Yo sé que en el mercado lo que más vende es lo urbano, pero el huayno es muy elegante y nos identifica como peruanos.
Algunos pensarán que al ser hija de Dina Páucar tienes el camino pavimentado…
Tengo el apoyo de mi familia, pero eso no garantiza nada, porque al final el público decide qué escucha y qué no.
Y además surgen las comparaciones…
Creo que la tengo más difícil porque siempre habrá comparaciones, como ‘la hija de’. Entonces, tengo la quíntuple tarea como artista, porque tengo que dejar en alto el nombre de mi mamá y no es nada fácil.
Acabas de lanzar la canción ‘El celular’…
Es una canción juguetona, dirigida a todos los hombres que se aprovechan de las mujeres. La mujer le compra celular, departamento y carro al novio, y este hace de las suyas. ¡Para todos los interesados! (risas). Mi mamá hizo una versión de esa canción en el 2012 y ahora yo le estoy dando mi toque.
También tienes tu propia versión de su icónica canción ‘Madre’…
Así es, hice una versión de ‘Madre’ a mi propio estilo para cantarla en mis presentaciones. Y también está en todas mis plataformas.